En este campo de concentración se llevó a cabo bajo mano de obra judía una de las falsificaciones monetarias más complicada de la historia, sorprendentemente fructuosa. Los alemanes llevaron a cabo una serie de selecciones en Auschwitz y en otros campos de concentración (Mauthausen entre otros) buscando prisioneros que conocieran oficios como fotografía, dibujo, y otros oficios relacionados con el arte de la imagen. De allí partieron sin conocer su destino un grupo de 140 prisioneros judíos que habían sido seleccionados para llevar a cabo estas operaciones de falsificación. Con los medios tecnológicos de la época era difícil crear réplicas idénticas de un billete, sin embargo los conocimientos de estos prisioneros consiguieron desafiar hasta el más minúsculo detalle de los billetes de libras esterlinas, como minúsculas zonas en blanco en la tinta de una letra que solo se puede apreciar ante un microscopio, que son muestra de la veracidad del billete en cuestión. Todo el mundo consideraba estos billetes verdaderos, y por tanto circuló como si fuera dinero real. Esta operación se llamó Operación Krüger.
La operación había concluido, con lo que los prisioneros debían ser enviados a Auschwitz para su exterminio. Puesto que todo judío estaba condenado a morir, y para evitar esto, pidieron permiso para continuar la operación de falsificación diferenciándose de la anterior en que ahora se iba a copiar dólares estadounidenses. El permiso para llevar a cabo esta operación les fue concedido, con lo que pudieron alargar su vida. Continuaron fabricando billetes, solo que esta vez eran dólares. En esta ocasión no se llegó a llevar a cabo la puesta en circulación de estos billetes debido al evidente hundimiento de la Alemania nacionalsocialista. Para que no quedaran testigos de las falsificaciones, los prisioneros fueron gaseados. Fueron detectados por los soldados estadounidenses y la intervención de estos les libró de una muerte segura. Una serie de camiones alemanes vaciaron su contenido en billetes en los lagos Tauputzsee, Ebensee y en el río Enns. En este campo se falsificaron nueve millones de billetes, valorados en 650 millones de dólares. Los billetes fueron encontrados años más tarde por estos lagos y, debido a que los pobladores de las aldeas se los encontraban y los consideraban verídicos, se pusieron a circular en toda Europa, con lo que se hizo necesario un cambio de formato de los billetes de libras esterlinas. (Gracias Wikipedia. http://es.wikipedia.org/wiki/Campo_de_concentraci%C3%B3n_de_Sachsenhausen
Bien gráficos los nazis para amedrentar.